lunes, 31 de agosto de 2020

13.8 ACTIVIDADES EXTRACURRICULARES

Lola Barrenechea

Universitas, fue el nombre del periódico mensual de edición muy limitada; para su distribución lo colocaban en las escaleras del edificio del rectorado, si querías obtener un ejemplar depositabas una moneda de 50 centavos en una alcancía. Este periódico de muy pocas páginas informaba de la actividad universitaria en La Molina: proyectos de investigación, perfeccionamiento del profesorado, eventos, deportes, servicios y otras noticias pertinentes a la universidad.

Miércoles Culturales, se programaban eventos culturales de 12 del día a 2 de la tarde en el salón de actos de La Molina. Entre los que recuerdo están: el poeta Javier Sologuren, nuestro profesor, presentó a otros escritores y poetas de la época. Conversaron sobre su obra y recitaron poesías de su autoría. El escritor José María Arguedas, nuestro profesor, expuso parte de su obra literaria y presentó a sus amigos músicos como Jaime Guardia (charango), Raúl Zarate (guitarra), Florencio Coronado (arpa), y a un famoso danzante de tijeras. Músicos de la Sinfónica, en grupos pequeños con instrumentos de cuerdas o instrumentos de viento. El Grupo de Teatro de La Molina que presentó algunas obras, así como El Coro de La Molina se presentó varias veces. Cuando el programa se retrasaba por alguna razón, los molineros artistas amenizaban con sus improvisaciones de canto, poesía y otros; recuerdo las canciones criollas de Rubén Flores (padre del tenor Juan Diego Flores), Consuelo Cavero con canciones criollas y folclóricas en quechua, otro Molinero que zapateaba al son del cajón, otro que cantaba tangos y siempre teníamos entretenimiento.

Cine Club, lo dirigía un grupo de alumnos cinéfilos que se esforzaron en proyectar películas precedidas por charlas sobre producción, dirección y actuación de los mejores representantes del cine mundial y después de ver la película se comentaba sobre los diferentes aspectos de la obra. A pesar de lo rudimentario del equipo de proyección vimos películas de directores como: Fellini, Charles Chaplin, Luis Buñuel, Orson Wells, Igmar Bergman; y tan buenas películas como 8 1/2, La Dolce Vita, Las Noches de Cabiria, Charlotte, Perro Andaluz, Viridiana, El Ciudadano Kane, Casablanca, Fresas Salvajes, El Silencio y otras.

Ferias Agropecuarias, estas ferias anuales se desarrollaban en el campo ferial de La Molina, donde los molineros teníamos entrada libre y la disfrutábamos cuando el horario de clases y otras obligaciones lo permitían. Estos eventos contribuyeron a familiarizarnos con la actividad agropecuaria del Perú, donde los concursos de ganado, exhibición de productos agrícolas, maquinaria, tecnología e incipiente agroindustria mostraban los esfuerzos de este sector de la economía nacional.

13.7 EL COMEDOR ESTUDIANTIL

Carlos Quirós

Es muy grato recordar el comedor estudiantil donde nos daban un menú completo por unos cuantos soles o ¿quizás centavos? Sacábamos el abono mensual y teníamos asegurada nuestra alimentación que se servían en unas charolas de metal con divisiones limpias pero muy abolladas por los años de uso. Uno de los platos preferidos eran el ‘mondonguito’ italiano y la ‘carapulcra’ que venían por supuesto con su emoliente de cebada


13.6 LA GRADUACIÓN

Edilberto Guevara

La ceremonia de graduación de la promoción 1967 fue el 22 de marzo de 1968. Nos tocó desfilar a lo largo de la alameda principal de La Molina con toga y birrete en estricto orden de méritos, el que también se mantuvo en los asientos y en la repartición de los diplomas de Bachiller. Los que ocupaban los primeros puestos en la tribuna de honor, estaban muy cerca del podio y podían observar y escuchar con nitidez las palabras de felicitación, aliento y buenos deseos de parte del Consejero que le tocaba hacer entrega del preciado diploma al que, subiendo por la izquierda, pasaba delante de la tribuna para recibir su diploma y luego descendía por la derecha.

En el último peldaño de la improvisada gradería le esperaban los padres, novia y familiares más allegados con los flashes de las cámaras en plena acción para eternizar el momento sublime de la graduación. Luego de las escenas de abrazos, besos registrados por duplicado en las cámaras fotográficas y el brindis institucional, cada cual se dirigía a la verdadera celebración: un conocido restaurante de la gran ciudad, una casa de festejos, las mansiones particulares o en reducidos casos, la humilde vivienda del graduando, cada quien de acuerdo con su propia capacidad económica y tradición.


El Rector Carlos Vidalón Gandolini, levantándose parsimoniosamente de su asiento en el centro del podio, moviendo su mano derecha con el brazo en forma de arco, mientras con la otra mano suspendía un rollo de cartulina blanca envuelto con una cinta que llevaba los colores de la Bandera Nacional, y después de un apretón de manos colocaba su brazo derecho sobre nuestros hombros y luego soltando la banda rojiblanca que envolvía la cartulina leía con voz solemne: “...en nombre de la República y con la autoridad que me confiere la ley, el Rector de la UNALM le otorga el grado de Bachiller en…” Nos daba un abrazo, nos felicitaba y nos decía que hiciéramos un buen uso de este grado, que la Patria lo necesitaba.

Graduados por Facultad

Carlos Llosa

Graduados con Honores por Orden de Mérito

Carlos Llosa

NOMBRE

FACULTAD

1.  Toledo González Polar, Diego

Ingeniería Agrícola

2.  Burga Mendoza, Carlos Antonio

Agronomía

3.  Guevara Pérez, Edilberto

Ingeniería Agrícola

4.  Macchiavello Rodríguez, José Aquiles

Agronomía

5.  Guerrero Salazar, Pedro Luis

Ingeniería Agrícola

6.  De la Torre Villanueva, Abelardo

Ingeniería Agrícola

7.  Sato Abe, Alberto

¿?

8.  Gonzales Escudero, Jorge Wilfredo

Agronomía

9.  Rodríguez Maurer, Pablo Alberto

¿?

10. Oshira Riga, Agusto Ken

¿?

11. Pizarro Ortega, José Rosario

Agronomía

12. Pinna Cabrejos, Jorge

Agronomía

13. Neyra Román, Mariano Guillermo

Pesquería

14. Ezeta Sueyras, Fernando

Agronomía

15. Wong Tam, Rigoberto Fernando

Agronomía

16. Mera Panduro, Fernando

Ciencias Forestales

17. Pérez Contreras, Oscar Antonio

Ciencias Forestales


13.5 EL INTERNADO

Edilberto Guevara, Ingeniería Agrícola

Al iniciar el segundo año, el Departamento de Bienestar Estudiantil me ubicó en un camarote en una habitación que compartíamos con otros cinco molineros. Así es que tuve derecho a residenciarme en uno de los más codiciados suburbios, solo a unos 20 kilómetros del centro de la gran ciudad, fuera de la capa llorona de neblina que encasqueta a Lima durante casi todo el año, obligando a sus pobladores a convertir los pulmones en branquias. Una habitación compartida en los pabellones de la Universidad costaba 50 soles y las tres comidas diarias, 300. Las residencias estudiantiles se clasificaban por su ubicación y por el número de camarotes por habitación. Las de mejor ubicación y los cuartos con dos camas eran reservados para los internos más antiguos; solo había unas pocas habitaciones individuales ocupadas por estudiantes que ejercían el liderazgo estudiantil.

Durante los dos primeros años compartí la habitación con tres paisanos de Cajamarca en el pabellón del perraje, es decir el pabellón central del internado; uno de ellos era Hubert Vergara. El año siguiente me mudé a la residencia de los aguateros, habiendo subido dos puntos en la escala social molinera. Durante los tres períodos siguientes logré una ubicación en la residencia de los serruchos, nombre proveniente del hecho de ser ocupada mayormente por provincianos de la sierra. Me tocó compartir la habitación con Porfirio Mejía Díaz, conocido popularmente como Joselito, un paisano de Santa Cruz, ya ‘madurón’ digno de admirar por su esfuerzo y dedicación, que había dilatado sus estudios secundarios por que trabajaba varias noches de enfermero en el Hospital Obrero de la Avenida Grau y en la universidad solo llevaba media carga académica o menos para no entrar en observación. Sé que Joselito realizó su tesis de ingeniero analizando las aguas servidas de la ciudad de Piura, pero su actividad profesional la llevaría a cabo en Cajamarca; desde la graduación, no he vuelto a saber de él. Durante mi última visita a Cajamarca no me fue posible ubicarlo y perdí la oportunidad de verlo de nuevo.

Los últimos tres períodos logré colocarme a la cabeza de los derechos de preferencia en el internado de La Molina, los que hasta entonces se hacían por estricto orden de señorío. El hecho es que logré que el Dr. De La Vega, del Departamento de Bienestar Estudiantil sometiera a consideración de la asamblea de residentes la modificación del reglamento en el artículo que hablaba de los derechos de antigüedad, mediante los cuales, las mejores habitaciones eran asignadas a los molineros que estuvieran más tiempo en el internado, sin tomar en cuenta los rendimientos; lo que había ocasionado que estudiantes con más de cinco años de permanencia se habían adueñado de los preciados ‘bungalows’. Con la airada protesta de los más antiguos se aprobó la modificación en el sentido que, en lo sucesivo, los derechos de preferencia se obtendrían considerando el menor tiempo faltante para concluir la carrera en el tiempo reglamentario. De ese modo, fui ubicado en un ‘bungalow’ de la residencia de los Serruchos, desalojando a uno de los más antiguos, enquistado por años en el internado.

Aníbal Romero Sánchez (Ciencias Sociales)

Haber estudiado en la Universidad Nacional Agraria La Molina en calidad de interno era lo más privilegiado de lo que podíamos imaginar. Respirábamos el alma molinera durante las 24 horas del día y durante los años que duró los estudios como provincianos no teníamos la suerte de vivir en familia como gran parte de los estudiantes que gozaban de tener un hogar conjuntamente a sus padres. Nosotros, no teníamos esa suerte y solo nos comunicábamos con nuestros padres a través del hilo telefónico que en esa época significaba unos minutos, después de largas colas.

Sin embargo, al vivir como internos teníamos la suerte de compartir vivencias con la mayoría de trabajadores, ya sea en sus fiestas patronales, partidos de fulbito nocturnos, almuerzos especiales los días domingos, servicio exclusivo de movilidad los días sábados y domingos y por ahí algunos romances que terminaron en matrimonio. Teníamos tres grandes fiestas al año animados por la orquesta de Freddy Roland y su cantante Lina Panchano. La primera, era bienvenida a los nuevos internos, la segunda, día de la Asociación de Alumnos Residentes (ADAR), y la tercera despedida a los que se graduaban. Estas fiestas, creo eran financiadas por la universidad y el vino y pisco obsequiados por molineros que habían sido también internos.

Una anécdota de película ocurrió en un campeonato entre equipos de internos de fulbito nocturno (pabellón los molineros, central, avícola, serruchos, y otros), para lo cual teníamos nuestras madrinas. Ocurre que nuestro equipo olvidó preparar un ramo de flores y encargamos a “Shamuco” Soto preparar de prisa el ramo y apareció con un ramo inmenso de flores blancas que destilaba un líquido lechoso. Al día siguiente estalló el escándalo porque se trataba de una especie de planta de caucho que había sido importada para investigación y había costado un dineral su importación. Cómo no recordar a nuestros presidentes de la ADAR, Pancho Frías, Eduardo Lago Bambaren. 


Guillermo Octavio Cubillas Soto (Ingeniería Agrícola)

Ser interno en la Universidad Nacional Agraria La Molina (Residencia Central) era como vivir en una gran casa con todos los servicios disponibles; el comedor estudiantil, la biblioteca, el vivero, las canchas de fútbol y de basquetbol, así como los grandes jardines, un gimnasio y profesores de judo y de folclore; los jueves teníamos teatro y había un Bus que nos llevaba al centro de Lima y regresaba a las 12 de la noche. Creo que llegué a participar en la mayoría de deportes posibles, teniendo como los preferidos al judo y al ajedrez que se convirtió en mi pasión y hasta ahora practico. Soy de primera categoría a Nivel Nacional y tengo Elo FIDE[1]  Internacional clasificado 1647.

En esos años todo mi tiempo se ocupaba con las clases, las prácticas de los cursos regulares y todas mis necesidades estaban cubiertas por lo que no tenía gastos y las propinas que recibía de mi madre o de mis tíos al comienzo de mes las mantenía intactas hasta fin de mes, así me aseguraba tener disponibilidad de dinero para cualquier eventualidad. ¡No sé si fue tacañería, falta de tiempo o previsión!


[1] La Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) es la organización encargada de gobernar mundialmente toda competición ajedrecística. Con un intervalo de dos meses publica clasificaciones de los mejores ajedrecistas de la historia, así como de los 100 jugadores en activo más fuertes. Para ello, se vale del sistema de puntuación Elo



13.4 OTROS

Después de haber ingresado a la UNALM existía un episodio característico que al momento de pasar las primeras listas a los alumnos en los cursos, los compañeros según su apellido, su apariencia, su forma de caminar o su forma de ser ya sea alegre o serio provenía el sobrenombre o "chapa". Esta "chapa" por lo general duraba toda la carrera y se tomaba con mucho cariño en algunos casos y en otros casos no es aceptada, pero de todas maneras por lo general no se oponía porque de no ser aceptada de todas formas se lo mencionaban a cada momento.

Julio Favre Carranza conocido por "Loco" o "Comandante"

Julio Favre Arnillas

En su oficina de la CONFIEP, Roque Benavides, presidente del gremio, recuerda el carácter férreo del empresario y amigo a partir de un apelativo. "En la CONFIEP, le decíamos el comandante Huayhuaco", nos dice, en referencia a la valentía de Favre para enfrentarse al terrorismo. "Por donde iba tenía sus chapas", asegura su hijo, quien recuerda que, en el mundo del automovilismo, deporte que Julio practicaba, era conocido como "el loco Favre". Pero detrás de esos apodos, que quizás mostraban una personalidad dura, se encontraba un ser humano realmente preocupado por sus colaboradores y por el desarrollo del país. "Era de los pocos empresarios, de los que yo conozco, cuya inquietud máxima no era ganar plata, sino generar ingresos para crear empleo. Su gran meta en la vida empresarial era crear más fuentes de trabajo, pero trabajo bueno y digno".

13.3 ANÉCDOTAS Y OTROS

Ingeniero Krumdieck

Oscar Mas

Estábamos en clase de cálculo y un compañero se sacó el chicle, hizo una masa y se la tiró a otro. Al verlo el profesor Krumdieck le dijo: “Oiga usted cínico rumiante acabo de ver la trayectoria parabólica de su goma de mascar, levántese, deslícese y expectórese, lo hago no porque soy un mal profesor sino porque considero que es un abuso de la muchedumbre contra la cátedra”.

Anécdota del Machazo Quiroz

Oscar Mas

1. "En esta clase vamos a tratar sobre el yeso que usa el escultor. Un polvo fino, un gran polvo".

2. "Vamos a hablar sobre la fragua del cemento. Cuando empieza y meten el dedo, queda la huella. No pueden decir "Yo no metí el dedo".

El señor Calero.

Carlos Burga Mendoza

Era el chofer del ómnibus de la Universidad con destino a la Plaza Grau, donde era el paradero inicial hacia la Universidad. En su camino pasaba por Jirón Huatica (prostíbulo). Cuando se hacía el camino de regreso en sentido contrario en el ómnibus salía a las 5:00 pm de la Universidad. Él era una persona muy atenta y observadora pues conocía a los alumnos por el año que estaban cursando. Cuando pasaba por Huatica, era como las 5:30 pm y algunos alumnos pedían que parase para bajar, miraba al alumno, lo identificaba y solo si estaba en 5to año abría la puerta y lo dejaba bajar, El resto protestaba al no dejarlos bajar y su respuesta siempre era: "Lo dejé bajar porque ya es un Ingeniero."

El Mandil de Química.

Santos Jaimes Serkovic

Siempre que evocaba los ratos estudiantiles, surgía una sensación de agradecimiento y de confianza en la protección que había recibido de mi mandil de química.

Después de varias semanas de prácticas, al recibir del lavado de ropas, ese día, mi mandil de química, presentaba más huecos que tela. Inmensos huecos en el pecho, en la falda, dejaban ver el fondo. Un 30 % del mandil había desaparecido. Lo que quedaba eran hilachas, el bolsillo desapareció totalmente.

Siempre pensaba: ¿Qué necesario era el mandil de química? Lo que me protegió. Sí, si no usaba mandil, ese día en el laboratorio, era mi ropa o mi piel los que habrían sufrido esta destrucción. Siempre agradecido y confiado por la protección del mandil.

El mandil era especial. Cuando nos pidieron el mandil para las clases prácticas en el laboratorio de química, mi Madre, amorosa como las Madres de todos nosotros, me dijo:

"yo lo coso", y así fue. Un mandil blanco suave y elegante y con un primoroso bordado en el bolsillo. Lo lucía en las prácticas de química. En el bolsillo estaba bordada "La Molina", en la parte superior en nuestro clásico color verde, y al centro, para envidia de algunos, estaba en un iridiscente rojo, en relleno de punto cruz, bordado mi nombre: "Santos Jaimes". Hermoso mandil de mis recuerdos.

Y pasaron los almanaques. Las reuniones de nuestra promoción 67 se hacían más amistosas. Los grupos se mantenían. Las rivalidades y los desentendimientos de esa época, se convirtieron en motivos de recuerdos felices. Los éxitos de cada uno, son compartidos por todos, en su celebración. Siempre se recuerda a los ausentes. Se dio por muerto a Piskulich, que luego se presentó un 23 de septiembre, alegre y efusivo como siempre. La mesa de la promoción 67, en la tradicional pachamanca Molinera, sigue siendo la más numerosa, la más alegre y compacta. Nunca falta la "ofrenda líquida" de alguien. Chelas, vinos especiales de su propia producción, piscos cada cual el mejor, whiskies, es decir, un abundante bar. Algunos traen solo su copa vacía. En la primera media hora aumenta el volumen de las voces y la intensidad de los recuerdos se materializan. Las anécdotas se hacen presentes. Contándolo siempre los protagonistas en presencia de las víctimas.

Y allí fue Julio Favre, ya fortalecido por los primeros tragos, nos cuenta: Se acuerdan del mandil de Sócrates, que tenía bordadito en su bolsillo. Le echamos ácido, y ja ja, todos. Sócrates no recordaba, no tuvo mandil con bordado. No era de Sócrates, era el mío.

Así es pues. Nuestra vida de estudiantes nos forjó, fuertes y preparados para este Perú.

Nuestra Alma Molinera se formó quemándonos las pestañas y conviviendo un altruismo universitario. Consolidamos la ciencia, el humanismo, las artes y la Patria. Quiero Cultivar al Hombre y al Campo. y nuestra Alma Mater lo consiguió. Vivimos orgullosos y felices del éxito alcanzado. Cada uno al nivel económico de sus aspiraciones. Pero llegamos. Hemos cumplido. Este Perú que se modela para el futuro, lo hemos hecho cada uno, con su esfuerzo su dedicación, con su amor y su escala de valores. Sí, lo hizo nuestra generación, y hay mucho por hacer aún. Tenemos la experiencia vivida, busquemos que no se pierda en un retiro solitario. Participemos. ¡Viva la Molina Carajo!

Celebrando los chistes


13.2 INGRESO Y BAUTIZO MOLINERO

Edilberto Guevara

Como era costumbre, a los recién egresados se les denominaba cachimbos y se les bautizaba cortándoles a ras el cabello (pelándoles al coco) y arrastrándoles embozalados por varios chifas de la calle capón del barrio chino, en los alrededores del mercado central, ceremonia en la cual permanecían debajo de la mesa mientras los que por derecho de señorío dirigían la parranda, se comían lo mejor de los platos chinos a costa de los primeros, amenizando la tertulia con pisco, ron y cerveza y cantando a golpe de tambor el segundo himno molinero, cuyas estrofas rezan:

Para ser un buen criollo de rompe y raja

cuatro cosas se requieren

y esas cuatro cosas son

Que sea de La Molina guapo y enrasa'o

con su botella de pisco,

y su buena chola al la'o

Yo no soy de aquí

soy de La Molina

si quieres que pique el guiso,

cholita échale ají!

[cuchillo porque te doblas si eres de tan fino acero

así se doblan las mujeres cuando ven a un molinero]

...Y el ritmo se repite de nuevo...

Óscar Pérez Contreras

En el mes de diciembre de 1962 y a pocos días de la clausura escolar de la Gran Unidad Escolar “Ricardo Palma” donde culminé mis estudios secundarios, recibí una grata noticia que facilitó mi postulación e ingreso a La Molina: El subdirector y padrino de la promoción, me otorgó una beca para la Academia Agronomía. Esta oportuna oferta aligeró la presión económica de una familia con dos postulantes a la universidad, pues mi hermano se presentaba a la UNI.

En esos tiempos la Academia Agronomía era, sin duda, el mejor centro preuniversitario de verano y la más solicitada y mejor cotizada. Reconocida por su calidad y eficiencia en el ingreso a la Universidad Agraria, UNMSM, UNI, PUCP y escuelas militares de educación superior. Tenía un buen plantel de docentes, entre otros, Ing. Julio Kuroiwa, quién ya se perfilaba como un científico de prestigio internacional en sismología, nos enseñaba matemáticas; el futuro y destacado docente y consultor internacional, Carlos López Ocaña, botánica, y zoología el Ing. agrónomo Herrera que trabajaba en el Hipódromo de Monterrico. Fueron dos meses de preparación intensiva; en enero de lunes a sábado y en febrero hasta el domingo con pruebas simuladas de exámenes cada fin de semana.

La primera semana de marzo nos presentamos al local de la Pre Agraria de la Av. Cuba alrededor de 800 estudiantes para cerca de doscientas vacantes. Fueron cinco pruebas, de lunes a viernes; siendo la última, Física, la de mayor dificultad. Desde ya se sentía la mano que quién sería el siempre recordado profesor de nuestra y muchas promociones.

El lunes siguiente a medio día y cerca de la Pre me cruzo con el postulante Morán, quien no aprobó la Pre-62, y en la academia siempre mostró buen conocimiento y desempeño en las pruebas simuladas. Con el rostro contraído me dijo que no había ingresado. Aunque tenía confianza de mi rendimiento, no dejó de inquietarme la noticia.

El pasillo central de la Pre estaba saturado de postulantes y familiares a lo largo de unas treinta hojas con los resultados del examen. Reviso desde el final hasta la mitad sin encontrar mi nombre. Y ya mezclado entre el público avanzo a la primera hoja y ubico en la segunda mi nombre junto al de Américo Piskulich con la misma nota y puesto 27.

Para esto un grupo de alumnos del 2do año de la Molina me venía siguiendo, constatan mi ingreso “invitándome” a completar el sexteto de cachimbos. Después del corte de pelo con la tradicional “A”, en un jeep verde ejército, apretujado de doce, padrinos y “perros”, nos dirigimos al restaurante El Molinero de Magdalena, ubicado en las inmediaciones del cruce de las avenidas del ejército y Brasil

Sentados de derecha a izquierda los padrinos: Tanaka, Amaya y Luque de ciencias sociales, Díaz de Agronomía, Flores y Ruiz de Zootecnia. Parados, los perros: Carlos Vera, Nagahama/Ishi Ito, José Gianella, Pedro Morales y Carlos Dorado

Un lustro después, en la Graduación del Recuerdo del 22 de marzo 1968, José Gianella Villa y yo compartimos la oficialización del sueño profesional juntamente con los ex-padrinos y ahora colegas Enrique Amayo, Carlos Díaz, Juan Ponce y Miguel Tanaka.

Ramón Ferreira

Me cortaron el pelo con tijeras y navaja. Mis padrinos Rudy Muñante, Luis Maesono, Axel Dourojeanni, Marqués, y Gustavo Echecopar planearon ir a almorzar al restaurante Rosita Ríos, en el Rímac. La comida abundante y muy rica. Éramos un grupo de más de 12 personas. Los que pagamos la cuenta no pasábamos de cuatro. Cuando nos dieron la cuenta del almuerzo no teníamos lo suficiente para pagar. Yo particularmente dejé mi reloj empeñado para poder salir del lugar. El día del bautizo fue un día muy especial, que lo recuerdo en todo momento como un acontecimiento trascendente para mí.


Parados: Pancho Quirós, Eric Preis. En la camioneta: Icaza, Favre, Meza, Preis, Galarza



13.1 CUADRO DE MÉRITO DEL INGRESO POR LA PRE DEL AÑO 1962 Y POR EXAMEN DE INGRESO

Carlos Llosa y Manuel Ponce

Del 10 al 18 de diciembre de 1962 se realizaron los exámenes en la Pre con el fin de determinar que alumnos se encontraban aptos para ingresar a la Universidad Agraria. Presidió la Comisión el Ingeniero Luis Vega Bancalari, Secretario General de la Universidad. De los 258 alumnos examinados, 112 alcanzaron Nota Aprobatoria. Damos a continuación el orden de mérito de los 10 primeros alumnos y sus promedios respectivos. También se dan los 10 primeros alumnos que entraron tomando el examen de admisión.

 

Orden de mérito

Examen Pre*

Examen Ingreso*

 

Nombre

 

Facultad

 

Nombre

 

Facultad

Toledo D.

Ing. Ag.

Ezeta F.

Agron.

Guevara E.

Ing. Ag.

Cubillas S.

Ing. Ag.

Guibú T.

Ing. Ag.

Pizarro J.

Agron.

Barroso V.

Ing. Ag.

Ureña, E.

Ing. Ag.

Rodas A.

Ing. Ag.

Ponce M.

Agron.

Cornejo R.

 

Pinna J.

Agron.

Vergara H.

Ing. Ag.

Herrera I.

Agron.

Santiago R.

Zootecnia

La Rosa C.

 

Fuentes V.

 

Macchiavello J.

Agron.

10°

Tapahuasco V.

Agron.

Ramos C.

Ing. Ag.

*Publicado en el boletín Universitas No 1, Año II del 28 de enero de 1963