lunes, 31 de agosto de 2020

13.4 OTROS

Después de haber ingresado a la UNALM existía un episodio característico que al momento de pasar las primeras listas a los alumnos en los cursos, los compañeros según su apellido, su apariencia, su forma de caminar o su forma de ser ya sea alegre o serio provenía el sobrenombre o "chapa". Esta "chapa" por lo general duraba toda la carrera y se tomaba con mucho cariño en algunos casos y en otros casos no es aceptada, pero de todas maneras por lo general no se oponía porque de no ser aceptada de todas formas se lo mencionaban a cada momento.

Julio Favre Carranza conocido por "Loco" o "Comandante"

Julio Favre Arnillas

En su oficina de la CONFIEP, Roque Benavides, presidente del gremio, recuerda el carácter férreo del empresario y amigo a partir de un apelativo. "En la CONFIEP, le decíamos el comandante Huayhuaco", nos dice, en referencia a la valentía de Favre para enfrentarse al terrorismo. "Por donde iba tenía sus chapas", asegura su hijo, quien recuerda que, en el mundo del automovilismo, deporte que Julio practicaba, era conocido como "el loco Favre". Pero detrás de esos apodos, que quizás mostraban una personalidad dura, se encontraba un ser humano realmente preocupado por sus colaboradores y por el desarrollo del país. "Era de los pocos empresarios, de los que yo conozco, cuya inquietud máxima no era ganar plata, sino generar ingresos para crear empleo. Su gran meta en la vida empresarial era crear más fuentes de trabajo, pero trabajo bueno y digno".

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