lunes, 31 de agosto de 2020

10.9 CONTRIBUCIÓN DE LOS INGENIEROS PESQUEROS AL DESARROLLO DE LA PESCA PARA EL CONSUMO HUMANO

José Quiñones y Luis Favre

Poco después de egresar de la universidad el gobierno crea la Empresa Pública de Servicios Pesqueros (EPSEP) destinada a promover la actividad de la pesca para consumo humano directo para diferenciarla de la actividad ya establecida de la pesca industrial para la elaboración de harina y aceite de pescado. 

Corresponde a los egresados de La Molina participar activamente en la promoción y ejecución de varios proyectos cuyo objetivo fue incrementar el consumo per cápita de pescado.

En esta etapa se recibe la contribución de expertos del Proyecto Perú-35 de la FAO, quienes participaron dando soporte técnico en áreas comprometidas tales como: comercialización, desarrollo de nuevos productos, mejora de técnicas de captura y preservación de pescado fresco, financiamiento y control contable. 

Paralelamente el gobierno había decidido la construcción de Terminales Pesqueros Zonales (TPZ) en los principales puertos de desembarque y Frigoríficos Pesqueros Zonales (FPZ) en ciudades del interior, cuyo diseño, implementación y operación encargó a EPSEP. 

Los terminales sirvieron para mejorar la calidad del pescado en el momento del desembarque. Para este fin se instalaron facilidades para la descarga en los principales puertos y caletas, se introdujo el uso del hielo, cajas, almacenes de frío y el uso de vehículos térmicos para el transporte hacia los centros de consumo y un sistema de información de mercados.  De esta manera se logró el efecto de demostración frente a extractores y comerciantes. Los almacenes frigoríficos zonales sustituyeron el eventual consumo de pescado seco y salado por el consumo frecuente de pescado fresco y congelado en los principales centros urbanos del interior del país mediante una red de casetas de venta y el apoyo de restaurantes promocionales. Se puso el producto al alcance del consumidor. 

El extractor aceptó el uso de almacenes frigoríficos, hielo y cajas para manipular el producto al estado fresco, incrementando el volumen de captura y el precio de transferencia. Como consecuencia la calidad del producto mejoró. El transporte en cámaras térmicas y el uso de hielo y cajas se generalizó participando de la cadena de frío que se iniciaba en el terminal pesquero. 

Por su parte el consumidor final introdujo en su dieta regular el consumo de pescado fresco de mejor calidad y el pescado congelado fue rechazado en creencia de falta de aptitud para la preparación de comidas. 

El mercadeo desordenado en Lima se transformó con la aparición de los mercados mayoristas pesqueros zonales, el uso de hielo y cajas en el sistema minorista y el sistema de información de precios que conectaba los puertos de desembarque con los mercados mayoristas en beneficio del consumidor final. 

En el ámbito del comercio internacional se trabajó activamente para que la anchoveta se convierta en un producto para consumo humano directo. Se trabajó el mercado europeo y norteamericano para usar el producto en reemplazo de la sardina española y portuguesa, lo que finalmente se consiguió a fines de la década de los 90 en virtud al desarrollo de iniciativas privadas con apoyo del Instituto Tecnológico Pesquero (ITP) y finalmente se logró la exportación de filetes salados-madurados “tipo anchoa” al mercado europeo. 

También se trabajó mucho en algas marinas. Primero se hizo un inventario de las especies y del eventual volumen de recolección y como resultado se lograron mercados para dos tipos de alga de la zona de Pisco que se exportaron a los Estados Unidos y Francia. 

Por otro lado, EPSEP negoció Convenios de Pesca de Gobierno a Gobierno con Polonia (EPSEP-RYBEX) y Cuba (EPSEP-FLOCUBA) que estuvieron encaminados a al aprovechamiento de merluza congelada para exportación y de jurel, caballa, etc, para abastecer los Frigorificos (FPZ). En estos Convenios nuestros colegas de promoción Carlos Sánchez, José Quiñones y Julio Nagahama actuaron como representantes peruanos. 

Es de mencionar que junto con el proceso de estatización de la industria de harina y aceite de pescado y la creación de PESCA PERU, se produjo la incorporación de varias empresas  de consumo humano directo que mantenían  vinculación con la industria harinera  como PRALSA y FRESCOMAR  (del Grupo OYSSA- Banchero), con base de pesca en Salaverry, dedicada a bastecer de pescado fresco al mercado interno, Pesquera Meilán (de capital español) en Ilo, que producía conservas y congelados, Pesquera La Gaviota con plantas de anchoas en Pisco y captura de langostinos en Tumbes con flota de arrastre.  Motivo por el cual EPSEP pasó a administrar embarcaciones y plantas de proceso, con varios colegas de promoción involucrados en este afán dado que EPSEP se reconvirtió y pasó a tener Divisiones de Flota y Plantas a cargo de egresados molineros. 

Paralelamente se creó la Empresa Pública de Comercialización de Harina y Aceite de Pescado (EPCHAP) encargada de la comercialización externa de estos productos y para tal fin llegó a establecer una oficina comercial, la que estuvo a cargo de Luis Favre. 

EPSEP también intervino en la formación de empresas mixtas como COPES (con la Cia. Pesquera Estrella del Perú de capital norteamericano) para operar plantas de conservas de pescado y CHALLWA (con la Cia. Ballenera del Kinkai y Mitsubishi Corp., ambas de capital japonés), para la producción y exportación de merluza congelada. Al mismo tiempo creó la empresa PEPESCA para operar embarcaciones atuneras y producir conservas con dicho recurso y recibió en transferencia la Piscifactoría Quichuay en Huancayo dedicada al cultivo de truchas, la que después dio origen a Piscifactoría de los Andes que llegó a ser una empresa emblemática en la exportación de truchas a Europa y Norteamérica. 

Es de mencionar que en esta época de gestión pública colegas pesqueros de la promoción tuvieron una intervención destacada y adquirieron una gran experiencia, que después pusieron en práctica, al renunciar voluntariamente hacia fines del 70 para formar parte de iniciativas y emprendimientos empresariales privados que surgieron para aprovechar y diversificar recursos como la sardina, pota y mariscos congelados (conchas de abanico, caracoles, abalones, etc.), época en la que la industria de consumo humano directo logra gran auge mediante la exportación de productos congelados y conservas hacia Estados Unidos, Europa y el Asia. 

Participación destacada también han tenido los ingenieros pesqueros especialistas de la especialidad de Acuicultura de la Universidad  que apoyaron y apoyan los esfuerzos de desarrollo de esta actividad, en especial de la crianza y cultivo de langostino en Tumbes, de concha de abanico en Paracas y Samanco,  truchas en Huancayo y Puno, asi como de tilapia en Piura y posteriormente participaron en la gestión del Fondo de Desarrollo Pesquero (FONDEPES), en proyectos de investigación de cultivo de ostras, lenguado y algas. 

Destacada intervención  también tuvieron los colegas pesqueros en el Instituto Tecnológico Pesquero (y aún la tienen en el hoy remozado Instituto Tecnológico de Producción),que con apoyo del Gobierno japonés llegó a constituirse como un centro de investigación referente en su género en América Latina  al que acudían para capacitarse profesionales y especialistas de diversos  países de la región, en virtud a la calidad de sus investigaciones y desarrollos de nuevos productos; es en esta entidad donde surge el SANIPES (Servicio Nacional de Sanidad Pesquera). 

En la actualidad diversos ingenieros pesqueros no solo trabajan en el sector productivo y comercial de productos pesqueros de consumo humano directo, sino que en algunos casos son propietarios de algunos establecimientos que exportan productos congelados contribuyendo así al destacado desarrollo de la pesquería y ocupa el tercer lugar en la generación de divisas para el Perú y el segundo en el ranking de las exportaciones peruanas no tradicionales, superado sólo por el sector agropecuario

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